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Arte - La ironía como estrategia artística de resistencia. julio-dic 2015 |
Revista electrónica 02 de Diciembre del 2015 Vol. 8 |
1 El presente texto es el resumen de un escrito mayor realizado en 2013 para el Área de Síntesis Figura 1. Oscar Cueto, Amo el arte contempo- ráneo, 2005, óleo sobre tela, políptico, 25.40 x 15.24 cm. Cortesía del artista. Tamayo, INBA- Conaculta © |
Libros de arte o la colección delirante.1 Karla Noguez2 Conservar algo que me ayude a recordarte sería admitir que te puedo olvidar. WILLIAM SHAKESPEARE Todo objeto tiene dos funciones: una la de ser utilizado y la otra la de ser poseído. JEAN BAUDRILLARD Voy a comenzar por decir que mi parte preferida del arte es cuando egoístamente siento que la obra me habla a mí y sólo a mí: “Estimada Karla: me es grato decirte, de la manera más secreta, que siento el peso de tu mirada sobre mí y quisiera invitarte a platicar un rato, te aviso de una buena vez que tengo segundas intenciones. No te pido permiso para hablarte de tú, porque no hay otro modo de hablarte”. Al final de la conversación lo único que me queda es recordar la pieza con precisión, o bien, cuando consigo una postal, folleto o libro en donde la encuentre reproducida, conservar ese objeto. Tengo que conformarme con eso: coleccionar recuerdos y fragmentos racionados de arte que me sirven de placebo. En cierta exposición3 me encontré con la obra que dio inicio a este texto: Amo el arte contemporáneo, de Óscar Cueto.4 Inmediatamente pensé que compartíamos algo: él también se complacía con reproducciones. En 2005, Cueto esbozó una forma de gozar el arte más allá de su simple observación o recuerdo; una manera de penetrarlo sin que esto fuera un accidente desafortunado. El único inconveniente era que no se trataba de una obra de arte en sí, sino de un libro sobre arte. |
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