![]() |
Arte - La ironía como estrategia artística de resistencia. julio-dic 2015 |
Revista electrónica 02 de Diciembre del 2015 Vol. 8 |
![]() |
La ironía feminista de Christine de Pisan: algunos fragmentos de Le Livre du Duc des Vrais Amants (1404) María Luisa Durán y Casahonda Torack1 |
|
1 María Luisa Durán y Casahonda Torack es doctora en Historia. Es académica de tiempo completo del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana. Su especialidad es el arte medieval 2 Burke, Peter, ¿Qué es la historia cultural?, Barcelona, Paidós, 2006. 3 A pesar de que el término fue acuñado inicialmente por Umberto Eco desde 1973 en su libro La Nueva Edad Media, (Madrid, Alianza, 1973) no fue hasta las décadas de 1980 y 1990 cuando la nueva metodología rindió frutos hacia todas las disciplinas interesadas en el periodo medieval. 4 Reiss, Edmond “Medieval Irony” en Journal of the History of Ideas, vol. 42, no. 2 (Abril - Junio, 1981), pp. 209 - 226 (Versión digital en JStor: http://www.jstor 5 Ibid.,p. 213. 6 Ibid., p. 216 |
La disciplina llamada Estudios Medievales, hasta la década de 1970 estuvo al borde del precipicio dada su inadecuada inserción en los intereses académicos del momento. Las razones podrían enumerarse en una lista larga; sin embargo, las resumiremos en una débil e insuficiente metodología que no permitió comprender ese periodo histórico desde la nueva perspectiva moderna (o posmoderna). Pero todo esto cambió, en gran medida, con el redescubrimiento de la Historia Cultural durante esa misma década y la creación de la Nueva Historia Cultural (NHC) una década después.2 La ventaja de la NHC sobre otras aproximaciones fue el permitir hilvanar metodológicamente varias disciplinas para crear nuevas miradas interpretativas sobre el objeto de estudio. El caso de los Estudios Medievales no estuvo exento a este fenómeno; por ello, hacia la década de 1980 se popularizó una nueva aproximación interdisciplinar llamada la Nueva Edad Media.3 Así, desde la antropología hasta la historia del arte, el objeto de estudio fue (y ha estado) sometido a constantes revisiones. Ejemplos de éstas han sido los temas de la ironía y el feminismo, en particular las manifestadas en la literatura y en las artes plásticas. Estas constantes revisiones nos han permitido vislumbrar la peculiar interpretación que se tuvo sobre ambos conceptos en la Edad Media. Para el hombre medieval, la ironía se basó primero en un sentido de certidumbre y después en burla o bufonería. Certidumbre en la existencia de un solo Dios creador y omnipotente, y en la de que Su Creación era perfecta y armoniosa; todas aquellas aberraciones del mundo que percibían los hombres eran meras visiones inadecuadas de lo omnipotente,4 y se debían a su limitado entendimiento sobre las razones de Dios. Como consecuencia inevitable de su condición humana, para el hombre medieval la ironía fue entonces concebida como burla; pero burla desde la visión del Todopoderoso hacia Su Creación. En el Salmo 2:4 los hombres leyeron: “El que habita en los cielos se ríe, Yahvé se burla de ellos”. Así, el hombre, irremediablemente ignorante y con limitadas capacidades intelectuales,5 se vio a sí mismo como objeto de burla, y por tanto de ironía. Para él, su intento por comprenderlo todo fue considerado irónico, y su intento por representarlo, también. De este modo, las expresiones plásticas y literarias se convirtieron en el instrumento principal para mofarse de sí mismo. En otras palabras, considerado como un imperfecto imitador de Dios, el hombre in imitatione Dei utilizó la ironía para autoevaluarse y reírse de sí mismo ante sus limitaciones inherentes.6 Pero no hay que interpretar esta burla como necesariamente chistosa. Esta burla fue fundamentalmente seria, introspectiva, didáctica y hasta salvífica. |
Comentarios |
|