IBERO - LITERATURA MEXICANA y sociedad |
Revista electrónica 01 de Diciembre del 2018 Vol. 59 |
FERNANDO DE LA FUENTE, S. J. Licenciado en Sociología, Filosofía y Teología, y maestro y doctor en Letras Modernas. Jesuita desde 1980 y sacerdote desde 1993. Durante varios años colaboró con obreros, en proyectos religiosos o de promoción, en Guadalajara y en la capital del país, y con campesinos en el estado de Guanajuato. Fue rector del Instituto de Ciencias, Colegio Jesuita de Guadalajara. Es profesor desde hace 25 años, de forma ininterrumpida, en Comunicación, Letras y el Centro de Formación Humana, tanto en el ITESO, la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, la Ibero-León y, actualmente en la Ibero-Puebla, donde es director de Educación Continua, Vinculación y Promoción de Posgrados. |
La propuesta literaria de Jorge Ibargüengoitia (1928-1983) –su paso de la dramaturgia a los ensayos y los cuentos, y de estos a la novela– recoge las complejas relaciones del autor con el poder en un país que intentaba despegar, a mediados del siglo pasado, hacia la modernización. Ibargüengoitia cultivó, de manera impecable, la claridad en sus descripciones, la ironía como signo de inteligencia y un ritmo tal que le permitía mantener la tensión a lo largo de ciento cincuenta páginas. Trabajaba dos años para escribir un libro que se leía en un par de horas. El humor ibargüengoitiano se traduce como apuesta estilística e impulso narrativo que lo lleva a poner todo –incluso los ideales más altos de la Independencia de México, la Revolución mexicana o el asesinato de Obregón– en tela de juicio. Recordemos que hay un manejo de la sensibilidad por parte de los estamentos en el poder –a través de discursos patrioteros y otras muchas actividades– que al subrayar demasiado la necesaria identificación con “lo mexicano” contra lo que viene de fuera (en parte justificado para separarnos del vecino del norte), |
olvidan con demasiada frecuencia que tenemos al enemigo dentro. Después de la independencia de España permanecen en México situaciones de extrema pobreza para un número enorme de mexicanos, y nada, o muy poco, han hecho los gobiernos revolucionarios (se dicen del lado de los pobres porque levantan la mano izquierda en la Cámara de Diputados pero que cobran con la derecha); poco han hecho también las iglesias –la católica en primer lugar–, los empresarios… Jorge Ibargüengoitia entiende que el poder opera a partir de la “normalización” y la “disciplina”; sabe que la función del poder hegemónico tiene que ver |
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