IBERO - LITERATURA MEXICANA y sociedad |
Revista electrónica 01 de Diciembre del 2018 Vol. 59 |
su objetivo es el mismo: evidenciar a la violencia como hecho resultante, pero no definitivo ni permanente en nuestra sociedad. En todo caso, persiste en esta producción literaria y periodística la junguiana idea de la sombra: acercarse al tema, reflexionarlo, para producir emociones diferentes, sensaciones diferentes, la resonancia de las voces de víctimas y victimarios. La violencia está ahí, se explica y se interpreta, buscando contrarrestarla. Abatirla. Se habla de la violencia para lidiar con ella. Se escribe de la furia, para no perpetuarla, para perdonarla, para defendernos de ella, para que no inunde la memoria y la consuma toda. En su novela breve Trabajos del reino, Yuri Herrera, rehúye del realismo de la violencia narca que ya inunda el norte del país, donde él habita, para enfocarse en un relato a medio camino entre la fábula y la tragedia, y así desmitificar al mequetrefe regidor de las tierras de la droga. Sí, pues, el narco es un cabrón bien hecho, mata, manda y engulle, pero es inculto, naif, no sabe disfrutar de los placeres por la brevedad de su vida y al final, entonces, es mejor que el protagonista sea un
En su novela Balas de plata, Élmer Mendoza nos arroba ante la imagen demoledora e inusitada: “al día siguiente la ciudad se vio sacudida por la importancia y la belleza de los encobijados”. Y en esas obras resuma todo el delirio del ahora: la corrupción, el tráfico de drogas, la descomposición social, los asesinatos sistemáticos e impunes. Cada cuento, reportaje o crónica que reproduce la muerte y la furia, marca también una posibilidad para contrarrestarla, no siempre de forma explícita, pero siempre de forma efectiva. La narrativa de la violencia, en clave de ficción o en clave de realismo, ofrece una visión trágica de un país trágico y una sociedad trágica. Verifica en lo cotidiano el dolor y lo traduce en palabras, para dejar constancia de la capacidad o incapacidad de vencer a nuestra expresión más cotidiana. La vida está en riesgo y es el miedo colectivo, el que nos habita a todos, el aparente impulso que planea por sobre la narrativa mexicana igual que planean las balas sobre todos nosotros. |
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