IBERO - LITERATURA MEXICANA y sociedad |
Revista electrónica 01 de Diciembre del 2018 Vol. 59 |
lo que hoy conocemos como “cómic feminista”. A través de las líneas mencionadas del testimonio, la autobiografía y el recorrido histórico, ofrece la lectura de una historia, explícitamente sexuada en femenino, de negociaciones con la identidad, el contexto sociopolítico que se habita y la posibilidad de encontrar la propia voz y usarla con fines subversivos. Otros ejemplos de mujeres narradoras gráficas son Alison Bechdel (cuyo nombre acompaña a la prueba vigente para saber si una historia es feminista), Kate Beaton, Grace Ellis o Kelly Sue DeConnick, cuya distopía feminista Bitch Planet, relata la historia de mujeres rebeldes que son enviadas a un planeta que funciona como prisión. En el caso de nuestro país, recomiendo especialmente la obra de Iurhi Peña, a John Marceline y el trabajo que lleva a cabo en su fanzine Molúsculo, y a Alejandra Espino; el fanzine Chicks on comics es también de mucho interés. Después de este breve recorrido, queda claro que las |
en su audacia y en su capacidad para transmitir esas historias que somos. Teniendo al mismo tiempo los recursos tanto para legitimar, como para subvertir, la investigación acerca de estas representaciones culturales siempre será política. Existe una batalla de significados en estos relatos en la cual la posición del enunciante es y será parcial, sin embargo, me parece que en las emergencias del contexto que habitamos, sería un error ignorar el potencial que tienen para rebatir e incluso reescribir los cánones que podrían parecer intocables. BIBLIOGRAFÍA Clúa, Isabel, “¿Tiene género la cultura?”, en Género y cultura popular, Barcelona: Edicions UAB, 2006. Sullà, Enric, “El debate sobre el canon literario”, |
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